Las cámaras digitales son un invento relativamente nuevo, nacido de los avances tecnológicos en los campos de los microprocesadores y el almacenamiento compacto de datos. Con el objetivo de mejorar y simplificar el proceso de tomar y compartir fotos, especialmente para usuarios no profesionales, las cámaras digitales ofrecen tanto ventajas como desventajas, en diferentes modelos digitales y en comparación con las cámaras de película tradicionales.
Características
Las cámaras digitales ofrecen una variedad de funciones que van más allá del simple disparo. Los visores LCD, que están disponibles en todas las cámaras digitales modernas, mejoran la visibilidad y facilitan el encuadre de fotografías. Muchas cámaras cuentan con funciones que facilitan la toma de fotografías, como la tecnología anti-vibración, el reconocimiento facial y los modos predeterminados para diferentes situaciones. Muchas cámaras digitales también pueden grabar audio y video, aunque no tan bien como una cámara de video dedicada.
Inmediación
A diferencia de las cámaras de película tradicionales, que requieren que se revele la película, las cámaras digitales permiten la revisión inmediata de fotos a través de la pantalla del visor. Esto permite una cierta cantidad de prueba y error, lo que le brinda la oportunidad de volver a tomar una foto que no salió de la manera correcta. Si bien esto es una ventaja para muchos fotógrafos, especialmente los aficionados, se podría argumentar que también elimina gran parte de la inmediatez, la espontaneidad y el arte inherentes a la fotografía, lo que lleva a fotos que pueden ser técnicamente perfectas pero no tan únicas.
Almacenamiento de fotos
Las fotos tomadas con una cámara digital se almacenan en tarjetas de memoria y se pueden transferir libremente a una computadora cuando sea necesario. Junto con la capacidad de eliminar inmediatamente las fotos no deseadas, esto significa que un fotógrafo que usa una cámara digital puede disparar muchas veces la cantidad de fotos posible con una cámara de película tradicional antes de tener que detenerse. Además, las tarjetas de memoria se pueden intercambiar en cualquier momento y no hay peligro de exposición a la luz, mientras que las cámaras de película tradicionales deben rebobinar la película para quitar un recipiente o muchas de las fotos podrían destruirse.
Calidad
Las fotografías digitales se pueden guardar en varios formatos diferentes, cada uno con sus ventajas y desventajas. La mayoría de las cámaras digitales de consumo solo tienen la opción de guardar fotos en formato JPEG, con calidad baja, media o alta. Debido a que JPEG es un formato con pérdida, no toda la información capturada por el sensor de la cámara se conservará en la foto guardada, incluso cuando se dispara con la configuración de calidad más alta. Para la fotografía informal, este nivel de calidad es perfectamente suficiente. Además, la compresión de un JPEG da como resultado un tamaño de archivo más pequeño, lo que permite tomar más fotos sin reemplazar la tarjeta de memoria. El formato JPEG se puede ver en cualquier navegador moderno, lo que facilita compartir fotos en línea.
Por el contrario, las cámaras más avanzadas, especialmente las destinadas al mercado de los fotógrafos profesionales, tienen la capacidad de guardar en formato RAW o TIFF sin comprimir. Estos formatos dan como resultado archivos de mayor tamaño y no son ampliamente compatibles con los navegadores, por lo que requieren conversión a un formato diferente antes de poder compartirlos.
Duración de la batería
Ciertas características de las cámaras digitales, entre las que destaca el visor LCD, aumentan significativamente el consumo de las baterías de la cámara. Aunque mantener al mínimo el uso de funciones que requieren mucha batería aumentará la duración de la batería de la cámara, llevar baterías de repuesto es esencial, especialmente para sesiones de grabación prolongadas.