Los controles remotos de televisión utilizan luz infrarroja para enviar señales a un receptor que las convierte en instrucciones electrónicas para su televisor. Es posible que la bombilla pequeña de su control remoto no sea lo suficientemente fuerte como para enviar señales claras a una distancia superior a unos 30 pies. Puede aumentar este rango y enfocar el haz de luz infrarroja instalando un reflector metálico dentro de su control remoto. Este método simple y económico puede agregar de cinco a 10 pies a su rango.
Paso 1
Retire las baterías de su control remoto y localice los tornillos que sujetan la carcasa. Por lo general, se ven de tres a cuatro tornillos en la parte posterior de la caja. Retire estos tornillos y haga palanca con cuidado para separar las partes superior e inferior de la carcasa.
Paso 2
Localice el LED de infrarrojos del control remoto y, con cinta aislante, cubra los cables que conectan el LED a la placa de circuito. Este paso evita que los cables entren en contacto con el reflector metálico y creen un cortocircuito, lo que puede hacer que su control remoto funcione mal y se caliente.
Paso 3
Cree un reflector ancho y plano a partir de un pequeño trozo de papel de aluminio, formando el reflector en una forma que encaje de forma segura en la mitad inferior de la caja del control remoto, o la mitad que no contiene la placa de circuito, el LED y los botones. Usando cinta aislante, coloque el reflector en la parte de la caja que se encuentra con el LED cuando se vuelve a montar el control remoto. Siempre que los cables del LED estén cubiertos, el reflector puede tocar el LED sin causar problemas.
Vuelva a ensamblar su control remoto, asegurándose de que el reflector no cubra la parte frontal del LED. Inserte las baterías y pruebe su control remoto desde un rango mayor de lo que era posible anteriormente.