Debido a que alguien puso veneno en las botellas de Tylenol en la década de 1980, los consumidores ahora deben dedicar más tiempo a abrir envases a prueba de manipulaciones. De manera similar, los virus informáticos han cambiado la forma en que las personas trabajan y se comunican en el siglo XXI. Al igual que un virus humano, un virus informático se puede propagar rápidamente a nuevos huéspedes, causando devastación donde se dirige. Nadie puede evitar que los programadores creen virus, pero hay formas de minimizar sus poderes destructivos.
Nuevas formas de software
Los consumidores ahora deben pagar más dinero para comprar nuevos tipos de seguridad que los protejan de los virus informáticos. Aunque algunos programas antivirus son gratuitos, es posible que prefiera utilizar versiones pagas que tengan funciones avanzadas. Debido a que alguien debe crear programas antivirus, ahora existe una categoría completamente nueva de trabajos en los que la gente se gana la vida creando software antivirus. Empresas como Symantec y AVG dedican sus recursos a crear programas que protegen a las personas del malware. Los consumidores también deben aprender a instalar y utilizar sus programas antivirus de forma eficaz si quieren obtener la máxima protección. A medida que las personas crean nuevos virus, Microsoft y otros desarrolladores de software actualizan sus aplicaciones para abordar esas amenazas más nuevas.
Navegar por la Web
Los navegadores ahora son más complejos y requieren funciones adicionales para proteger a los navegantes mientras navegan por sitios web traicioneros. Eche un vistazo a sus Opciones de Internet en Internet Explorer, por ejemplo, y verá una sección completa dedicada a ajustar la seguridad de su navegador. Los ciberdelincuentes a menudo crean sitios web maliciosos que intentan infectar su computadora cuando visita el sitio, por lo que los usuarios de Internet deben aprender a evitar sitios potencialmente peligrosos que pueden contener virus. Los padres preocupados por la seguridad de un niño también pueden ajustar la configuración de su navegador para evitar que visite sitios inapropiados o que puedan contener virus.
Capacitación
Si trabaja en una empresa, es posible que haya tenido que recibir capacitación en seguridad o aprender sobre las políticas de seguridad de la empresa. Dado que los ciberdelincuentes también se dirigen a computadoras y redes comerciales, es importante que las empresas eduquen a sus empleados. Incluso si los padres agregan controles parentales a los navegadores, también deben enseñar a los niños cómo navegar de manera segura y evitar la instalación de software potencialmente peligroso. Las escuelas también sienten los efectos económicos de los virus. No solo deben instalar programas antivirus, sino que también deben capacitar a las personas que instalan y administran esas aplicaciones.
Correo electrónico
Debido a que existen virus y otras formas de malware, las personas tardan un poco más en leer los archivos adjuntos de sus correos electrónicos. Todos los principales servicios de correo electrónico ahora analizan los archivos adjuntos en busca de virus. El escaneo es rápido, pero si tiene muchos archivos adjuntos, debe esperar hasta que el escáner de su servicio de correo electrónico complete su trabajo. Los expertos en seguridad también advierten a las personas que no abran archivos adjuntos de fuentes que no conocen. Debido a la existencia de virus, debe estar alerta al navegar por su bandeja de entrada y decidir qué archivos adjuntos abrir.
Pérdidas financieras
Las personas que viven en la era digital experimentan pérdidas financieras y personales debido a los virus. Si su computadora contrae un virus o una infección de malware que borra su disco duro, puede perder registros valiosos e información histórica importante. Esto puede ser devastador si dirige un negocio y un virus destruye los archivos de su base de datos. Los virus catastróficos pueden causar pérdida de productividad al deshabilitar las computadoras e impedir que las personas trabajen. El infame virus "I Love You" de 2000 infectó 50 millones de computadoras y provocó que organizaciones como la CIA y el Pentágono apagaran sus sistemas de correo electrónico.