Cómo afecta la tecnología a las operaciones comerciales

La tecnología, que incluye todo, desde dispositivos físicos hasta redes de tecnología de la información, tiene una influencia profundamente transformadora en el mundo y la economía modernos. Desde cambiar las preferencias de los consumidores hasta remodelar la forma en que las empresas producen y comercializan bienes, la tecnología se puede ver incluso en los detalles más pequeños de las operaciones comerciales diarias, lo que aumenta la productividad de los trabajadores y las inversiones, acelera la actividad económica, promueve la interdependencia entre industrias y permite para el despliegue continuo de nuevas tecnologías y también para la creación de nuevos riesgos comerciales.

Productividad

A través de la mejora de procesos, el desarrollo de habilidades de los trabajadores y el desarrollo de productos, la tecnología tiende a aumentar la productividad en las operaciones comerciales. Si bien el tamaño exacto de esa mejora sigue siendo un tema de debate académico, las tecnologías como el correo electrónico hacen que la comunicación sobre las operaciones comerciales sea considerablemente más rápida y sencilla, lo que aumenta la productividad general de los trabajadores. Las tecnologías como el servicio al cliente en línea y las páginas de soporte al cliente también reducen la necesidad de atención personalizada y aumentan la productividad de las inversiones en estas áreas sin sacrificar la experiencia del cliente.

Aceleración

Ya sea a través de aviones más rápidos o transferencias de datos en línea, la tecnología tiende a acelerar el ritmo de las operaciones comerciales. Lo que antes requería semanas a través del correo o interacciones cara a cara, ahora se puede lograr en segundos con solo presionar una tecla. Las transferencias de dinero en línea, las compras en la Web y el intercambio de archivos en Internet tienden a acelerar el ciclo de producción, haciendo que la capitalización, producción, venta y distribución de bienes sea considerablemente más rápida. Desde el punto de vista de las operaciones, la aceleración tecnológica obliga a las empresas a moverse más rápido para satisfacer las demandas de los consumidores y les proporciona las herramientas para hacerlo.

Globalización e interdependencia

La facilidad con la que las empresas pueden comunicarse y transferir recursos a escala global hace que sea más probable que realicen negocios con una red global de clientes y proveedores. La tecnología como las videoconferencias por Internet y el acceso instantáneo a datos económicos de todo el mundo hacen que sea tan factible realizar negocios o realizar inversiones en una ciudad vecina como hacerlo en otro continente. La tecnología facilita esta integración e interdependencia a través de mejoras en el transporte, la logística y las comunicaciones.

Nueva tecnología

Dado que la innovación tecnológica hace que los consumidores deseen nuevos tipos de productos, las empresas deben ajustar sus operaciones para satisfacer las nuevas demandas del mercado. Las empresas integran nuevas tecnologías, como computadoras y paquetes de software, en sus operaciones diarias y ciclo de producción y brindan nuevos productos, como una mayor compatibilidad móvil para una línea de productos electrónicos. Impulsadas por los deseos de los consumidores de nuevos bienes tecnológicos y servicios tecnológicos más convenientes, las empresas pueden competir entre sí en función de su ritmo de innovación y adopción de nuevas tecnologías.

Riesgos

Aunque la adopción de nueva tecnología puede ser muy beneficiosa, incluso necesaria, para una empresa, cada nueva tecnología también presenta un conjunto único de nuevos riesgos. Sin la formación adecuada de los empleados sobre cómo utilizar un nuevo sistema de software, por ejemplo, la tecnología puede reducir la productividad e incluso reducir la satisfacción de los empleados. La rápida migración de datos de operaciones personales y corporativas a bases de datos en línea también hace que las empresas sean más vulnerables a los ataques cibernéticos que pueden afectar negativamente las operaciones o cerrar una empresa por completo.