Los sistemas de alarma inalámbricos ofrecen una serie de beneficios y muchos propietarios e inquilinos aprovechan estos sistemas para su conveniencia. Sin embargo, estos sistemas a menudo tienen un precio más alto que sus equivalentes cableados, y la seguridad inalámbrica tiene algunos inconvenientes que pueden hacer que los propietarios se sientan frustrados e incluso vulnerables.
Costo
Los sistemas de alarma inalámbricos suelen proporcionar todas las funciones que se encuentran en un sistema de alarma cableado estándar. Estos sistemas también incluyen los mismos componentes que los sistemas cableados comparables: paneles de control, sensores, sirenas e incluso paneles de teclas remotas. Sin embargo, para facilitar la naturaleza inalámbrica de estos sistemas, cada componente también debe incluir un transmisor de radio. El componente adicional en cada dispositivo tiene un costo, y el costo combinado de todo el sistema de alarma puede ser considerablemente mayor que el de un sistema cableado similar.
Interferencia
En un sistema de alarma inalámbrico, los sensores y componentes individuales se comunican con el panel de control central mediante ondas de radio. Debido a que el sistema se basa en frecuencias de radio, otros dispositivos que usan frecuencias similares pueden interrumpir la comunicación entre los componentes y hacer que el sistema deje de funcionar temporalmente. La interferencia de frecuencia podría, en algunos casos, causar también una falsa alarma. Además, la empresa de seguridad Alarm Grid señala que los objetos metálicos colocados cerca de los sensores o el panel de control pueden causar interferencias de radio, al igual que los dispositivos electrónicos e incluso el cableado eléctrico.
Pilas
Aunque el panel de control en un sistema de alarma inalámbrico generalmente se conecta a una toma de corriente, los sensores, detectores de movimiento y otros componentes a menudo funcionan con energía de batería. A medida que el sistema envejece, las baterías pueden debilitarse o agotarse e inutilizar el componente. Los paneles de control de alarma inalámbricos generalmente se registran con componentes individuales e informan cuando uno falla, pero un sensor fallado puede dejar una propiedad desprotegida hasta que el propietario tenga la oportunidad de reemplazar las baterías. Algunos sistemas también pueden comenzar a exhibir un comportamiento errático cuando las baterías llegan a un punto de agotamiento, y estos sistemas pueden dar falsas alarmas o dejar de responder a los comandos.
Seguridad
Debido a que los sistemas de alarma inalámbricos integran señales de radio en su operación, son algo más vulnerables a los piratas informáticos y otros intrusos malintencionados que sus contrapartes cableadas. Además, muchos sistemas económicos fabricados en China operan dentro de una banda estrecha de códigos de seguridad, por lo que otros usuarios con el mismo modelo de sistema de alarma pueden desarmar el sistema con nada más que un control remoto.
Instalación
Muchos propietarios compran sistemas de alarma inalámbricos por su facilidad de instalación. Sin embargo, la instalación no profesional puede dejar los sistemas vulnerables a manipulaciones, secuestros y daños no intencionales. Los propietarios bien intencionados que instalan el panel de control cerca de una puerta o ventana, por ejemplo, pueden no darse cuenta de que los delincuentes consumados pueden desactivar rápidamente el sistema después de ingresar a la propiedad.
Consideraciones
Aunque los sistemas de alarma inalámbricos tienen una serie de desventajas, los avances en la tecnología han compensado muchos de estos problemas. Muchos sistemas, por ejemplo, pueden durar años con sus baterías originales. Además, la instalación profesional puede ayudar a evitar interferencias de radio e incluso reducir la probabilidad de que un ladrón acceda y desarme el panel de control.