El uso frecuente de Internet afecta la fisiología y la socialización humanas; La investigación sobre la adicción a Internet explora cómo estos cambios afectan a la persona y a la sociedad en su conjunto. No todos los investigadores están de acuerdo en que existe la adicción a Internet, y otros piensan que "adicción" es un término inapropiado para describir los comportamientos desordenados asociados con el uso excesivo de Internet. Si bien la afección se caracteriza más por los comportamientos adictivos, como reemplazar amigos por redes sociales, las personas adictas pueden pasar un promedio de 38 horas a la semana en línea para uso personal.
Cambios en el cerebro
El uso frecuente de Internet cambia la forma en que los humanos usan su cerebro. Esto no es necesariamente motivo de pánico; cada actividad regular que realiza cambia la forma en que usa su cerebro. El estudio de la adicción a Internet ayuda a los investigadores a investigar qué partes del cerebro han cambiado y cómo afecta eso a la vida diaria. Por ejemplo, revisar los sitios de redes sociales, como Twitter o Facebook, desencadena la liberación de oxitocina en el cerebro. Si bien la oxitocina se asocia principalmente con el parto, también se libera durante el orgasmo o mientras se vincula emocionalmente con otra persona.
Preocupaciones sociales
La adicción a Internet puede explicar varios problemas sociales. En una hoja de verificación del Centro de Consejería de la Universidad Estatal de Texas, los indicadores sociales de la adicción a Internet incluían poner en peligro las relaciones y perder el empleo por el uso excesivo de Internet. Algunos usuarios pueden llegar a desconectarse de las amistades de la "vida real", en lugar de satisfacer esta necesidad social con comunidades en línea.
Preocupaciones físicas
La adicción a Internet puede provocar trastornos neurológicos. El uso prolongado de la computadora, incluso si no existe el componente de adicción involucrado, tiene efectos secundarios físicos. Estudiar la adicción a Internet ayuda a las personas a comprender estas preocupaciones médicas, que incluyen horarios de sueño interrumpidos, dolores de cabeza y trastornos alimentarios.
Disentimiento
La investigación de ambos lados del problema nos ayuda a comprender mejor el uso de Internet y los riesgos potenciales involucrados. Algunos investigadores creen que la adicción a Internet puede ser una expresión de depresión o un indicativo de otros problemas de control de impulsos, más que su propio trastorno. Los resultados de los estudios sobre la adicción a Internet también varían, a veces de manera espectacular. Cuando Robert Kraut y un grupo de investigadores estudiaron el uso de Internet en 1998, indicaron que podría estar asociado con un aumento de la depresión; cuando se revisó el estudio en 2002, los investigadores concluyeron que estos efectos ya no estaban presentes.