Por lo general, los televisores no emiten humos tóxicos, pero en ocasiones es posible percibir un olor procedente de su televisor. Estos olores varían de leves a graves y requieren distintos niveles de atención. Cuando un televisor funciona correctamente, es poco probable que libere algún olor que pueda detectar.
Olor a polvo
Con el tiempo, su televisor acumula polvo en el exterior y el interior. Si bien puede desempolvar el exterior del televisor, hacerlo no eliminará el polvo del interior de la unidad. Cuando el televisor está en uso durante un período prolongado, sus componentes electrónicos se calientan. Cuando están calientes, pueden quemar el polvo y liberar un olor similar al olor que huele cuando enciende un calentador de zócalo eléctrico después de que ha estado apagado durante mucho tiempo.
Prevención de polvo
El olor a polvo quemado dentro de un televisor generalmente desaparece en un período corto, pero para evitar este olor, elimine el polvo del interior de su televisor con regularidad. Desarmar el televisor es un proceso lento que también puede anular la garantía, así que use una lata de aire comprimido para rociar el polvo del televisor, tal como lo haría con una computadora de escritorio.
Olores electrónicos
Si un componente electrónico de su televisor se cortocircuita, puede liberar un olor nocivo en el aire que se asemeja a un olor a quemado electrónico. Este olor no es saludable para respirar en cantidades concentradas, pero un cortocircuito típico no libera suficiente olor como para ser dañino. Al detectar esta situación, apague el televisor y desconéctelo de su fuente de alimentación. Abra las ventanas de la habitación para permitir que el olor se disipe y sea reemplazado por aire fresco.
Emisiones de radiación
Si en general le preocupan las emisiones de su televisor, es importante saber que, si bien los televisores emiten algo de radiación, la Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU. Señala que el nivel de radiación es tan bajo que es imposible de medir. Los televisores de hoy en día son tan seguros en términos de emisiones de radiación que los espectadores pueden sentarse lo más cerca de la pantalla que deseen sin consecuencias relacionadas con las emisiones.