Cuando se suscribe al servicio de Internet por cable, su proveedor de servicios transmite datos a su computadora utilizando el mismo cable coaxial que se usa para transmitir programas de televisión a su hogar. Por lo general, se suscribe a una línea que ofrece una determinada velocidad de datos, como 20 megabits por segundo, y puede descargar datos hasta ese límite en la medida en que lo permita la congestión de la red. Sin embargo, en ciertas circunstancias, su ISP puede limitar artificialmente su uso de Internet, ya sea reduciendo su velocidad general o ralentizando ciertos servicios.
Limites de velocidad
En la mayoría de los casos, el límite de velocidad de su conexión se establece dentro de su módem de cable. El hardware contiene opciones de configuración que pueden aumentar o disminuir la velocidad de transferencia de datos. Esto le permite a su proveedor de servicios vender múltiples niveles de servicio, ofreciendo velocidades más rápidas a los clientes que estén dispuestos a pagar por el privilegio. En el pasado, algunos diseños de módem de cable eran propensos a la piratería, lo que permitía a los usuarios "destapar" sus conexiones y recibir velocidades de transferencia mucho más rápidas de lo que pretendía el proveedor de servicios. Los módems de cable modernos son mucho más difíciles de manipular y los ISP pueden buscar actividad no autorizada para identificar a cualquiera que intente alterar su hardware.
Pico de uso y congestión
En los primeros días de la Web, las conexiones de alta velocidad eran mucho más rápidas de lo que la mayoría de la gente necesitaba. Incluso cuando las conexiones eran solo de unos pocos megabits, la mayor parte del contenido era texto o imágenes de baja resolución, por lo que la mayoría de los usuarios nunca se acercaron a superar los límites de sus conexiones. El crecimiento de la transmisión de video, el intercambio de archivos entre pares y otras aplicaciones de gran ancho de banda ha ejercido una presión considerable sobre los proveedores de servicios de Internet, y muchas redes sufren congestión y ralentización durante los períodos de mayor uso, ya que un gran número de usuarios intenta acceder al contenido simultáneamente. . Para combatir esto, algunos ISP usan sistemas que ralentizan las conexiones gradualmente durante las horas pico de uso, para permitir que todos tengan acceso a la red.
Modelado del tráfico
Otra forma en que las empresas de cable limitan la velocidad de Internet es mediante la configuración del tráfico. Estos sistemas monitorean los paquetes que fluyen a través de la red, intentando identificar los servicios que utilizan esos paquetes. Si el sistema detecta una transferencia de archivos de igual a igual, por ejemplo, puede acelerar esa actividad, ralentizándola sin afectar la velocidad de transmisión de video u otras aplicaciones. Sin embargo, el uso de puertos o cifrado no estándar puede anular este tipo de sistemas.
Límites de ancho de banda
Para combatir el uso elevado de ancho de banda por parte de los clientes, muchos ISP han introducido límites de ancho de banda. El sistema le asigna una cierta cantidad de transferencia de datos cada mes, y si supera esa asignación, puede incurrir en cargos adicionales o incluso cancelar su servicio. Algunos ISP usan un sistema que monitorea su transferencia de datos y una vez que descarga o carga demasiados datos, ralentiza significativamente su conexión. En algunos casos, esto puede ser solo por unos días, mientras que en otros, puede permanecer lento hasta que comience su próximo ciclo de facturación.