Muchas empresas utilizan tarjetas inteligentes de identificación por radiofrecuencia para abrir puertas de seguridad y rastrear el flujo de personas en un edificio. Cada tarjeta contiene datos codificados en un chip RFID legible por máquina y juega un papel integral en un sistema de seguridad computarizado. Cuando la tarjeta llega a unos pocos pies de la antena del lector, el chip RFID transmite sus datos, identificando al usuario a una computadora de seguridad. Las tarjetas inteligentes RFID son programables, fáciles de usar y económicas.
Bajo costo
Los chips RFID son dispositivos electrónicos fabricados por millones; aunque los costos varían, la mayoría cuesta entre 7 y 15 centavos. La tarjeta inteligente en sí no tiene por qué costar mucho más que una identificación con foto estándar, por lo que los gerentes pueden emitir tarjetas RFID a tantos empleados como lo requieran las circunstancias. La mayor parte del costo de un sistema RFID radica en los lectores electrónicos, cerraduras, computadoras y software relacionado.
Datos seguros
Los datos de una tarjeta RFID solo se pueden leer con un equipo especial, lo que mantiene seguros los datos registrados en el chip. Además, los datos solo deben ser significativos para su propia organización. Puede registrar un código de identificación de empleado único y otros datos conocidos solo por su empresa. Una tarjeta perdida normalmente transmite poca información útil a alguien sin un conocimiento detallado de la seguridad de su organización.
Seguimiento de datos
Dado que un empleado lleva consigo una tarjeta RFID, un sistema de tarjeta inteligente registra sus movimientos a lo largo de su jornada laboral. El sistema computarizado compara la información de la tarjeta inteligente con su propia base de datos, identifica al titular de la tarjeta y registra la información en otra base de datos. Por ejemplo, cuando ingresa a un almacén cerrado con la tarjeta, el sistema toma nota de la persona, la fecha y la hora, y la actividad. En caso de emergencia, el equipo de seguridad puede determinar rápidamente si todavía hay personas en el edificio y encontrar su ubicación. Una fotocopiadora con tarjeta inteligente puede deducir automáticamente los costos de copia de la cuenta del departamento del titular de la tarjeta.
Flexibilidad
Con el equipo adecuado, puede reprogramar una tarjeta RFID existente con nueva información. Por ejemplo, si un empleado recibe un cambio en la autorización de seguridad o se transfiere a un departamento diferente, puede actualizar su tarjeta para reflejar su nuevo estado. Cuando la empresa decide renovar el sistema de seguridad, el departamento responsable de las tarjetas puede revisar los datos de las tarjetas sin necesidad de emitir nuevas.
Facilidad de uso
Una tarjeta RFID es igualmente útil en su bolsillo o sujeta a su camisa. Debido a que el sistema RFID usa ondas de radio, la proximidad de la tarjeta al lector activa el sistema. A diferencia de una tarjeta de banda magnética, una tarjeta inteligente RFID no necesita hacer contacto físico con el lector. Esto agrega comodidad cuando lleva un montón de cajas y desea tener acceso a una habitación cerrada con llave, por ejemplo.